Sergio Larrain, PERÚ. Pisac. 1960. Vagabondages




















http://www.rdnattural.es/





«No te desanimes con el texto egipcio; éste es el momento para aplicar el precepto de Horacio: una letra te llevará a una palabra, una palabra a una frase y una frase a todo el resto, ya que todo está más o menos contenido en una simple letra. Continúa trabajando hasta que puedas ver tu trabajo por ti mismo».

-Jean-François Champollion-

jueves, 29 de octubre de 2015

Mitsuko Uchida - Bach French Suite - Sarabande / Beethoven Piano Concerto # 4 - Zubin Mehta/Israel Philharmonic








1-CALANDAMIO NEVADO




CALANDAMIO NEVADO 







La nieve siempre estuvo presente, y la hierba. Desconozco en qué puntos de la galaxia nos encontrábamos, desconocía que había galaxia, el pequeño tapiz me parecía multitud de Universos

cuyas piedras  conservan la propiedad de mutar
y hacerse todos los techos, y descalzarse sobre los suelos,
y adquirir las dimensiones de cada hueco.
El reloj sigue latiendo cuatro estaciones:
la claridad no la sé.

La claridad, los sentidos intactos, sus pinceles para estrenar,
ciertos rumores, algunas voces y aquel lienzo que abarcaba
desde el cielo más alto hasta bajo mis pies;
la claridad de lo breve, la inmensidad.

Nocturnidad, una única noche magistral, sus seis horas entre los puños conteniendo la tarde; más se me pierde, más mía es.

La tercera es de viento, mucho más cierta, más breve aún,
desorientada, olvidada perenne.

En el invierno el sol se congrega en el destello de una farola.
Tú y esa tu sombra. Tú llevándote a tu niñez. Tú desandando tus pasos.
Tú deshaciéndote en ti. Tú feliz, convocada, irrevocable presente.

y el viento
y la claridad
abres los atlas de tu nariz,
mapamundi del pecho,
tú acompañando tu ausencia,
tú tropezando en la eternidad del forro de tu bolsillo.

La memoria se vacía de olvido y tiene infelicidad. Llega el presente atribulado, ensanchado, no cabe en él ningún temblor, la valiosísima maravilla de los cinco minutos que no dejan de comenzar.

Nieve humeante, frío sensor, intenso viento de antes de ayer, fontana trémula para que beban los pájaros. Todo empezó ante el desbarajuste de las horas cuando soltaron todas las puntas
catapultando el latido
hasta el confín.








 Claudio arrau - debussy, reflets dans l'eau
Theodor Severin Kittelsen-'December'-1890





 

Las Piedras (La Luz Rosa)




Las Piedras







   «Trato de defenderme, me doy cuenta, de lo minúsculo que se arremolina como la cantidad de olvido que es pertenecerse a las manos que no supieron retener el tacto de las campanas ni la señal de la paja quemándose más allá… en lugares ignotos con nombres, con apellidos, con paredes de piedras altas o bajas, trillos, el universo de Van Gogh eternizado por la repetición de la vida en cada cruzada inmemorial contra la muerte.

Ninguna chocolatina aquí, aparecieron los mantos oscuros del amor, la resina sangrante de las mañanas por conquistar; la inmensidad y la grandeza de todo lo que perece, lo dulce inalcanzable del no pensar más acá ni más allá acosados por la cebada o por la parva.

Ser escritor no es nada menos nada más que la inverificable obstinación en no restituir lo jamás sucedido y prevalecer delante del comienzo. Toda la vida con los inquebrantables pasadizos cuya materia son todas y cada una de las inermes piedras proporcionadas por la litografía de los sueños».













La Luz Rosa




Pendiente Tom Waits

























lunes, 12 de octubre de 2015

LA IDEA




"Tenía ya la edad que tengo"
-André Bretón-






La vida son estas corolas flotantes
donde unas trenzas abandonadas aún jadean,
un dedo muy pequeño tumbado al sol.
son las idas y venidas
con un balón de níquel en las manos.

He traído mi infancia a este lugar
inclinada en mis rodillas,
su peso de agua y de jardín
me hace pensar, a todas horas,
en los péndulos claroscuro,
y los círculos que giran y giran sin parar
sobre una fuente de viaje.
Las casas de piedra que recuerdo
son películas filmadas en blanco y negro
y el corazón es una baraja donde juegan
el As del miedo,
el As del túnel,
el As de copas y el As del día y de la noche;
el As de siempre, el As del pensamiento y el volverás.
El As de las abejas
en el verano del paraíso.




En Patria de Pájaros












miércoles, 7 de octubre de 2015

HILOS (FULGOR DE CANDIL)




HILOS


Robert Demachy.Mont St. Michel-1907 (Francia)





      Abro la carpeta en la que suelto las páginas, son como flecos de una preciosa colcha que ahora está deshilachada, no hay colcha, sino pedazos de hilos agigantados al microscopio de la visibilidad. Recuerdo también a los surrealistas, las primeras impresiones que tuve de ellos que se acabaron condensando en una imagen-idea: gente del siglo pasado que anduvieron por París y viajaron, publicaron revistas, no tenían Internet y escucharon a Freud.

Las despedidas exigen silencio, ¿qué mayor madurez? ¿Qué mejor salto que el de vivir partido por cada mirada que vio y olvidó y que después volvía a ver lo olvidado y entonces, con infinita sorpresa, descubría el recuerdo?

Es el silencio la más leal obra del arte, la creación de una imagen que tiene que demorar cada descubrimiento para poder contemplar aquel momento en el que se separó de lo que veía, inefable e irrefutable. Aquella vez de la que sólo pudo guardar unas intrascendentes nubes, los cirros de traje azul escapando en lo alto, las manos como a la espalda, o quizás gesticulan, acompañándose de una fisura que el día reconocía por el reloj encima de una repisa.

Y ahora está aquí, insoslayable y equívoco, humillado en las formas, aplastado por la gramatización.

“La”, si digo “la”, cuando lo digo: “la”; he dicho “la”, quise decir algo y digo “la”. Pequeña “l” y pequeña “a” que no arrebatan. Una montaña ha dicho que tiene que ser su imagen, y tú, transparencia, te pusiste a arañar con tus manos la tierra.





Pilar García Puerta







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